OCIO ROMANO: CARRERAS DE CABALLOS

… iam pridem, ex quo suffragia nulli uendimus, effudit curas; nam qui dabat olim imperium, fasces, legiones, omnia, nunc se continet atque duas tantum res anxius optat, panem et circenses.

… Hace ya mucho tiempo, de cuando no vendíamos nuestro voto a ningún hombre, hemos abandonado nuestros deberes; la gente que alguna vez llevó a cabo comando militar, alta oficina civil, legiones— todo, ahora se limita a sí misma y ansiosamente espera por sólo dos cosas: pan y circo

(Juvenal, Satira 10.77–81)

Facciones de las carreras

Las carreras de caballos eran uno de los pasatiempos preferidos por los romanos. Este espectáculo lo heredaron de los etruscos y estos a su vez lo copiaron de los griegos que ya lo practicaban con gran habilidad. Los equipos que normalmente competían eran cuatro: el azul, el verde, el rojo y el blanco. Cada romano que asistía a estas emocionantes carreras sentía los colores de su equipo de forma similar a nuestra pasión  con los  actuales equipos de futbol. 

 Mosaico de Cartago en el que se representa una carrera de cuádrigas. Siglo II d. C. Museo del Bardo. Túnez.

Tertuliano, (Cartago.160 – 220 d. C) en spectaculis 9.5, comenta que originalmente sólo existían dos facciones o equipos:los blancos (consagrados al invierno) y los rojos (consagrados al verano). Posteriormente describe como se amplian las facciones: los rojos estaban dedicados a Marte, los blancos a los Anemoi dioses del viento, los verdes a la Madre Tierra y los azules al Cielo y al Mar o al Otoño. 
Domiciano por su parte, amplia los equipos con dos nuevas facciones, los Morados y los Dorados, que desaparecieron poco después. 

Parte de la diversión además de las peligrosas carreras era apostar por un equipo corredor. Era tal la vehemencia de los seguidores que incluso maldecían a los equipos contrarios.

En la imagen, una "tabulla defixionis"  conjura a un demonio para que pierda la facción contrincante: “te conjuro, demonio, quienquiera que seas, y te pido que desde esta hora, desde este día, desde este momento, tortures y mates a los caballos de los Verdes y de los Blancos, y hagas chocar y mates a los aurigas Claro, Félix, Prímulo y Romano, y no dejes ni el espíritu para ellos; te conjuro a través de éste que te desligó para siempre, el dios del mar y del cielo.” 

En la otra cara se grabó el dibujo de un demonio sobre una barca  acompañada de  fórmulas mágicas y de nombres que bien podrían pertenecer a los caballos. 

Curiosa biga con dos avestruces

Las carreras podían ser de bigas (dos caballos) trigas (tres caballos) cuadrigas como en el mosaico (cuatro caballos) o incluso hasta de 10 caballos. Existen también referencias de carreras con otros animales como vemos en la imagen en la que el auriga,  conduce dos avestruces. También actuaban en el circo  los acróbatas,  que conducían dos caballos y saltaban haciendo acrobacias de uno a otro (desultores).

 El conductor de los animales, el auriga, protegía su cuerpo  con una túnica sin mangas (probablemente con el color de su facción) ajustada al cuerpo con correas. Cubría su cabeza con un casco y llevaba amarrado a su cintura las riendas de los animales. Si caía o el carro volcaba, para evitar se arrastrado por el suelo o pisoteado por sus contrincantes, contaba con un cuchillo para cortar las riendas y liberarse. 


Las carreras se celebraban en los circos.

Los circos tenían forma de  elípse desigual pues uno de sus extremos era más ancho para albergar a los carros y animales que hasta el inicio de la carrera estaban tras las "carceres" (puertas). Dividia la pista la llamada "spina" y en sus extremos, se colocaban unos "huevos" que mediante un mecanismo hidráulico, los bajaba para indicar las vueltas que faltaban para finalizar la carrera. Las gradas estaban divididas como en los anfiteatros por clases sociales. Las carreras se iniciaban mediante una señal que nos es conocida: se dejaba caer un pañuelo (mappa) al suelo. 

Circo máximo de Roma

A continuación, se abrían simultáneamente las "carceres" y los aurigas azuzaban a las bestias en una frenética carrera. Los carros debían dar 7 vueltas alrededor de la espina (en algunas épocas se acortaron el número de vueltas para que se celebraran más carreras). Los momentos más emocionantes y peligrosos para los conductores de los carros y para los animales, se producían en las vueltas, al girar en las pistas. Era en esos momentos cuando los animales corrían el peligro de tropezarse, chocar y por el impacto, el auriga podía caer o salir disparado. Esta pérdida de control del carro era conocida como "naufragia".

Maqueta del Circo Máximo de Roma

El ganador de la carrera era premiado con una corona de laurel y una compensación monetaria.

Caballos y aurigas gozaron de éxito y prestigio en la antigua Roma y en sus provincias. A lo largo del vasto Imperio, se construyeron circos que han llegado hasta nuestros días (Roma, Mérida, Tarragona, Lyon, Bulgaria, Egipto etc). Se han descubierto diversas inscripciones y representaciones en las que aparecen aurigas famosos. Sirvan de ejemplo Paulus y Marcianus.

Una inscripción de la antigua Tarraco (Tarragona) nos habla de un esclavo auriga muerto a los 22 años que reza: “Yacen en esta tumba los restos de un aprendiz de la pista que, sin embargo, era ya bastante diestro en el manejo de las riendas. Ya no me daba miedo subirme a carros tirados por cuadrigas, aunque seguía conduciendo los tirados por dos caballos”.  

Auriga Marcianus.
 Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. 

Los equinos más famoso y cotizados eran los hispánicos aunque también se valoraban los itálicos, los del norte de África y Grecia.

 Calígula, el padre de Nerón (Cneo Domicio Ahenobarbo), Claudio, Cómodo, Caracalla, Geta y Heliogábalo fueron grandes aficionados a estos espectáculos. Tanto fue su pasión que hasta condujeron ellos mismos carros y compitieron en el Circo Máximo. Calígula aficionado a las carreras obsequió a Eutico, con dos millones de sestercios y tal era el amor que sentía por los caballos de este famoso auriga, que se construyeron cuadras especiales para los animales que estuvieron fuertemente custodiada por pretorianos.

Por último, disfrutemos de la impresionante carrera de cuádrigas  de la película "Ben Hur" y apostemos por nuestros colores preferidos: http://www.youtube.com/watch?v=Ajwkun7BFvg