viernes, 16 de agosto de 2013

CASA DE LOS AMORCILLOS DORADOS DE POMPEYA

Reabierta al público el pasado 21 de junio, como no podía ser de otra manera, visitamos esta domvs situada en la Reg. VI, Ins 16, 7, 38 y os mostramos las fotos tras su restauración.
Debe su nombre a los amorcillos de oro, que adornaban una de las salas. Su dueño era Cn. Poppaeus Habitus, pariente de Poppea, segunda esposa de Nerón. Data del siglo III a.e.c., pero fue reformada en varias ocasiones hasta el siglo I.
El edificio, una casa señorial que ocupa el lado sur de la Ínsula 16 de la Región VI, es uno de los más conocidos de Pompeya por los frescos y mosaicos que documentan las diferentes fases de construcción de la domus, derivada de la unión de dos pequeñas viviendas de los siglos III y II a.C. unidas en la primera mitad del siglo I a.C. en un nuevo proyecto de construcción mucho más complejo, con la creación de un gran y singular peristilo que presenta uno de sus lados elevado.
Sus pinturas son del tercer estilo, excepto el peristilo, que esta decorado con pinturas del cuarto estilo. La entrada esta flanqueada por cubículos, nos lleva a la atrio, al oeste está el tablinum. Al sur del atrio una puerta nos conduce a una exedra, que se abre hacia el peristilo; lararium a la izquierda una letrina, un par de almacenes y otros cubículos.
Temas mitológicos y paisajes de 'tercer estilo' adornan las paredes de la sala de recepción: hay una rosa en el suelo de mosaico blanco y negro, de acuerdo a una moda de la época de Augusto.
El jardín estaba decorado con relieves y esculturas en mármol, en alusión a la naturaleza y a dionisios, utilizados como fuentes de chorros, según el gusto, imitando las casas de campo.
Además de lararium en albañilería para el culto tradicional, en el peristilo también hay una pintura que representa a dioses egipcios: Anubis, el dios con cabeza de chacal de los muertos; Harpócrates, niño de dios, hijo de Isis y Osiris, Isis y Serapis, dios de la medicina. A continuación se muestran los objetos de culto:Isis custodiada por la cobra sagrada (uraeus), sistros etc.

Un lujo que no os debéis perder...
















miércoles, 14 de agosto de 2013

La vida en Campania y la erupción del Vesubio

El pasado 31 de julio, en la antigua ciudad de Oplontis (actual Torre Annunziata), que cuenta con tres importantes excavaciones, la fastuosa villa de Popea, las termas de Marcvs Crassvs y su villa rustica ( apertura al público de esta última que será dentro de un año o dos), se realizó un precisos evento de recreación acerca de la erupción del Vesubio en el año 79 d. C, el intento de salvamento de Plinio el Viejo y el mundo termal y los cosméticos y cuidados de las clases aristócratas romanas.
De la mano de Plinio el Viejo y el Joven y de la flota de Miseno, se explicó al público asistente (más del esperado que colapsó las visitas) la vida en Campania, el desgraciado día que el volcán sepultó la bella y rica Bahía de Nápoles y las maniobras frustradas de Plinio el Viejo por salvar en primer lugar a su amiga Rectina (de la cual recibió una carta de solicitando auxilio) y a los habitantes de las ciudades costeras.
Posteriormente se demostró como era el cuidado del cuerpo, mediante una vista guiada a las termas acompañada por el propietario de las mismas y los secretos de belleza de las mujeres nobles romanas. Por último, una explicación de las plantas medicinales y remedios usados por los romanos, pusieron el broche final a una sesión evocadora y muy didáctica.

He aquí algunas fotos.

La flota de miseno, M. Crassvs Frugi, Popea y Plinio el Viejo

Aristócrata de Oplontis
Plinio el Viejo, narrando como intentó acercarse a Hercvlanvm a rescatar a su amiga Rectina. Fracasó y tuvo que desviarse a Estabia pues las nubes del volcán y las agitadas aguas impidieron aproximarse a la zona de peligro.

La aristocracia de Oplontis, Hercvlavm y Pompeii

La narración de la terrible erupción del Vesubio

Los paseos de la aristócrata romana en la preciosa ciudad costera de Oplontis

La aristocracia romana en Neapoli

Las termas de M. Crassus Fruggi. Un próspero liberto de la gens Calpurnia
La aristocracia romana en Oplontis


Legio I AD P F. L a folta de Miseno

Explicación de los intentos de rescate de Plinio el Viejo a las gentes de la bahía de Nápoles

Popea, quien tiene una casa suntuosa villa en oplontis, disfrutando de su playa volcánica.

La aristocracia romana de la bahía de Nápoles y el ocio en la zona

Secretos de belleza de las romanas de alta alcurnia

Explicación del cuidado del cuerpo y la belleza en la antigua Roma

Un día inolvidable. Gracias a todos.

LOS TEJIDOS QUE UTILIZABAN LOS ROMANOS

Los mismos que usamos nosotros (salvo los tejidos sintéticos). Las clases altas  preferían  el lino y la seda, y el algodón, a pesar de la creencia infundada de que no se usaba, también era utilizado aunque en menor medida que en la actualidad.
La foto corresponde a diversos tejidos encontrados en Pompeya y sus alrededores y se exhiben en el Museo de Boscoreale. Nápoles Italia.


Foto© A. Monteagudo


 

martes, 13 de agosto de 2013

BAIA, TEMPLO DE LUJURIA Y PECADO EN LA ANTIGÜEDAD


Mapa de los campos flégreos
Al sur del golfo de Pozzuoli, entre la elevación del Castello y la punta del Epitaffio, se abre una ensenada sobre cuyo litoral, ya parcialmente sumergido, se estableció uno de los puertos de la colonia griega de Cumas. Recibió el nombre de Bayas por el nombre del timonel de Ulises, Bayo, cuya tumba el poeta helenístico Licofrón de Calcis (siglo III a. C.) menciona en Bayas.
Las propiedades terapéuticas de sus fuentes termales tal vez ya eran conocidas antes, pero la historia de Bayas es prácticamente desconocida hasta que, en el siglo II a. C., comenzó a ser frecuentada por personajes de la aristocracia romana. Tito Livio ya menciona el lugar por las propiedades medicinales del agua en el 176 a. C. con el nombre de Aquae Cumanae; Las aguas eran sulfurosas, aluminosas, ácidas y otras.


Vista de Baia
En el curso del siglo I a. C. después de la victoria de Pompeyo contra los piratas que durante mucho tiempo amenazaron las costas de Campania, la reestructuración constructiva de la zona y las villas suntuosas hizo muy pronto de Bayas un centro balneario de élite.
Reconstrucción virtual de Bayas:
 http://youtu.be/xmxpbrhmsp4

Vista de las termas

Bayas no fue nunca una verdadera ciudad. No tuvo magistrados (dependía de Cumas), ni monumentos públicos, como por ejemplo el foro. Fue más bien un conjunto de villas lujosas, de instalaciones termales, de albergues. En tiempos del Imperio se convirtió en una ciudad importante y obtuvo el privilegio de municipio separado de Cumae, pero a la que quedó ligada en algunos aspectos
Casiodoro, político y escritor latino escribe de Baia: “En resumen, aquel que tiene la suerte de poder pasar una temporada de paz en Baia, se cree transportado en medio de los tesoros de Neptuno. Las termas están perfectamente acondicionadas, pero el mejor médico es la naturaleza. En cuanto a la belleza, la costa de Baia, sobrepasa el mar del Coral y el océano Indico”

Complejo termal de Baia
Esta fértil y exuberante zona, se convirtió en el destino preferido de la aristocracia romana. Cazar, pescar, nadar, pasear por su playa a escasos 200 metros de las fastuosas termas, disfrutar de la música, las danzas, los recitales de poesía o los grandes banquetes, hicieron las delicias de la nobleza romana, como Lucio Capurnio Piso que tenía una residencia veraniega en esta zona o emperadores como Nerón, Adriano...
Palacios imperiales,  grandes complejos termales compartidos a la vez por hombres y mujeres, jardines y estanques con peces de colores, gimnasios, terrazas, columnatas y majestuosos pórticos, hacían las delicias de los visitantes cuyos bolsillos podían costearse un lujoso verano aquí o si no, siempre podías ser invitado por la familia imperial.
Complejo termal de Baia
Todos estos elementos hacían de este lugar el sitio perfecto para la relajación de la estricta moralidad romana y era considerado por muchos, un lugar de abandono de todas las buenas costumbres que deben acompañar a un romano.
Ya Marcial advierte del peligro de este lugar y sus encantos haciendo mención a una mujer decente y  de intachable reputación que al ir a veranear a la ciudad costera y e influida por la decadencia moral que allí reinaba, “se ligó” a un jovenzuelo y dejó plantado a su vetusto y legitimo marido.

Séneca por su parte también hace mención de la naturaleza viciosa del lugar:” Un lugar de perversión en el cuál la gente se inicia en toda clase de vicios”.

Propercio, poeta lírico latino, en sus Elegías, se preocupa por la moral de su amada quien pasa una temporada en Baia:
Frescos de las termas
Termas de baia
Cythia ¿todavía piensas un poco en mí, mientras en la costa de Baia te solazas en el paseo de Hércules? ¿Todavía queda para mí algún rinconcito de tu corazón o el rival, fingiéndo un gran amor, ya te ha seducido?.
Antes de perder el tiempo escuchando las palabras halagadoras de otra hombre, blandamente extendida encima de la playa tranquila- así es como las muchachas sin vigilancia pierden su virtud y olvidan sus juramentos-paséate en barca por el lago Lucrino.

No creas que no te conozco; la fama de tu vitud está sólidamente establecida, pero el lugar en el que te encuentras cada amorío, es una trampa […] Márchate lo antes posible de Baia, la pervertida; esta costa que fue funesta para tantas mujres, será fatal a un gran número de parejas enamoradas. ¡Ah! ¡Ojalá los baños de Baia, insulto hecho al amor, desaparezcan para siempre!”

Los deseos de Propercio, se hicieron realidad, pues gran parte de esta zona ( el ninfeo de Claudio, la villa de Lucio Calpurnio piso etc), se encuentran en la actualidad sumergidos a más de 150 metros en el mar aunque el complejo termal,siguió utilizando mucho tiempo después de la caída del Imperio romano.
Reconstrucción virtual
ninfeo de claudio. Baia. museo virtual de Herculano

Parque arqueológico sumergido de Baia: http://www.parcoarcheologicosommersodibaia.it


Reconstrucción virtual
ninfeo de Claudio tras el paso de ltiempo. Baia.
Museo virtual de Herculano
Actualmente, además de las imponentes termas del lugar, se puede visitar el Museo de los campos flégreos, en el castillo que Carlos V construyó sobre las ruinas del palacio imperial romano. Tanto en la costa como en las colinas próximas se hallan algunas ruinas con restos de edificios que no se han podido identificar; uno de ellos es conocido como Templo de Venus, que era la diosa titular de la ciudad; otro era llamado Templo de Diana; y un tercero, Templo de Mercurio, pero es dudoso que se tratara realmente de templos.
Ninfeo de Claudio y su deterioro. Sumergido. Museo Virtuald e Herculano

 



Termas de Baia. Gracias por la foto a Sergio Coppola.