sábado, 19 de noviembre de 2011

LAS CAMPAÑAS ELECTORALES EN ROMA

Finalizada la campaña electoral y en pleno día de reflexión, tenemos tiempo para deleitarnos con las campañas electorales de la antigua Roma.


Como norma general, las elecciones comenzaban en los meses de otoño con el propósito principal de que la renovación en las distintas magistraturas coincidiese con el inicio del año nuevo. El proceso electoral se iniciaba con la presentación de las candidaturas ante el magistrado encargado de convocar las elecciones, bien uno de los dos cónsules en el caso de Roma, bien el duunviro de mayor edad en el caso de las ciudades restantes. A continuación, se hacía pública la relación de candidatos mediante listas expuestas en los principales lugares de la ciudad y en las asambleas populares, y seguidamente se establecía el calendario electoral. En este sentido, hay que tener en consideración que un porcentaje considerable de la población romana era iletrada y sólo lograba informarse de las listas electorales por medio de terceros. Por consiguiente, se hizo más que necesaria la existencia de responsables oficializados que pregonasen estas listas con objeto de mantener informado a todo el pueblo. Esta era la competencia del praeco, un funcionario de origen servil que durante un periodo de tres años se ocupaba de recorrer la ciudad comunicando oralmente las noticias –los profesionales de este oficio sirvieron a la gran mayoría de las instituciones de la vida pública de Roma comunicando sentencias, acuerdos, decretos, proyectos de ley a debatir, o penas de todo tipo; también eran los encargados de citar a los contribuyentes para hacer sus pagos, ahorrándose los magistrados de turno el impacto popular negativo que sobre sus personas podría acarrear la adopción de medidas ingratas pero a la vez necesarias

En la antigua Roma, los candidatos no podían celebrar mítines propagandísticos, pues se trataba de un privilegio exclusivamente reservado a los magistrados en activo. Con este panorama, el foro se convertía en el único lugar donde los candidatos podían intercambiar palabras y solicitar personalmente el voto a los ciudadanos. En este sentido, en sus comparecencias públicas los pretendientes se hacían acompañar de un grupo de incondicionales de distintas categorías sociales y edades que continuamente los aclamaban. Básicamente, existían tres tipos de acompañantes: los que le saludaban por la mañana (salutatores), los que le acompañaban al foro (deductores), y los que le acompañaban constantemente (assectatores).


 Ante la imposibilidad de celebrar mítines, la propaganda electoral era uno de los recursos más comunes entre los candidatos para convencer al electorado indeciso. Abundaron los grafitos y las pintadas en las que se alababa la honestidad del candidato –también fueron bastante frecuentes los casos en los que se atacaba y perjudicaba seriamente la honorabilidad– y no su preparación para el cargo al que aspiraba. Ante la ausencia de espacios públicos especialmente reservados para la propaganda electoral, eran los propietarios de cada casa los que autorizaban e incluso pintaban en sus fachadas las proclamas a favor de su candidato preferido. 


La mayoría de las pintadas electorales, en gran medida documentadas en las ruinas de Pompeya, emplearon fórmulas muy sencillas para conseguir el voto. En ellas, y con un tipo especial de letra, denominada scripta actuaria, aparecía el nombre del candidato que se debía elegir, acompañado de alguna expresión que alababa su honestidad y virtud, el cargo al que se presentaba, el nombre del inspirador de esta propaganda y la petición formal del voto. Asimismo, también existían carteles de promoción de varios candidatos proponiéndolos por parejas. Por otro lado, también fueron frecuentes las pintadas donde se desacreditaba a determinados oponentes políticos –la rivalidad consistió en una simple oposición entre candidatos que actuaban a tenor de la coyuntura política y de sus ideales personales–.

La información aportada por las inscripciones electorales permite confirmar a ciencia cierta que existían empresas que contaban con personal especializado en realizar las pintadas. Una vez redactado el mensaje electoral, el dealbator, es decir, el blanqueador, preparaba debidamente la superficie de la pared donde iría escrito el mensaje dándole una capa de pintura blanca. Seguidamente, el scriptor o letrista escribía el texto con grandes letras de color rojo. Como norma general, las pintadas electorales se hacían de noche, por lo que era necesaria la presencia de un farolero o laternarius que, a la vez que vigilaba para que nadie interrumpiera el trabajo, sujetaba la lámpara y la escalera para facilitar el trabajo.

He aquí algunos grafitos electorales encontrados en Pompeya:

 “C.I.P.OLVBIVM IIVIR OF” POR FAVOR ELEGIR COMO DUUNVIRO A C.I. POLIBIO
VATIAM AED(ILEM) VICINI” YO APOYO LA ELECCIÓN DE EDIL DE VATIA)
L CEIUM AED (ILEM) VICINI ROGANT” LLAMO A APOYAR A LA ELLECCION DE EDIL DE LUCIO CEIO
TREBIVM ET GAVIUM AED (ILES)D(IGNOS)R(EI)P(UBLICAE) OVF.VICINI” POR FAVOR, LEA  TREBIO Y GABIO.PARA PROTEGER LOS INTERESES DE LACOLECTIVIDAD.(APOYAN) LOS VECINOS
CN HELVIUM SABIMU VICINI FAC(IUNT)”YO VOTO POR                          HELVIO SABINO
HYP?) SAEM QUINQ(UENNALEM) D(IGNUM) R(EI) 
P(UBLICAE) VICINI VOLUNT” QUIERO CINCO AÑOS 
A IPSEO.LO  MERECE PARA PROTEGER LOS INTERESES DE LA COMUNIDAD
HELVIUM AE” FORMA CORTA DE DECIR HELVIO EDIL!

TREBIUM VALIENTE(M) ET GAVIUN RUFUM VIROS BON(OS)” VOTAR POR TREBIO VALIENTE Y GAYO RUFO.SON HOMBRES BUENOS!

ALIPE CUPIS” ALIPIO, ÉL ES QUE USTED DESEA
SUETTIUM...MACI VIGILA” VOTA POR SUEDIO....MACIO, ESTATE ALERTA
SAMILLUM MODESTUM IUVENEM PROBUM AED(ILEM)” SAMILLO MODETOS PARA EDIL. BUENO PARA LOS JÓVENES
PAQUIUM ET CAPRASIUM PROBISSIMOS D(UUM)V(IROS) I(URE) D(ICUNDO) OVF”POR FAVOR ELIGE DUUMVIRI GIUSDICENT A PAQUIO Y CAPRASSIO.                        DOS HOMBRES EXTRAORDINARIAMENTE CAPACES.



Durante toda la carrera electoral, el candidato no exponía claramente una ideología ni tampoco un programa político, sino que tan sólo se limitaba a resaltar sus méritos personales y los de sus antepasados demostrando sus dotes en oratoria y elocuencia. Por consiguiente, no existían partidos políticos que defendieran un programa o ideario tal y como los conocemos hoy –en Roma la competencia política se limitaba al enfrentamiento político entre individuos, lo que generaba un cambio continuo de alianzas–. No obstante, sí existían varias fórmulas para entablar relaciones de tipo personal o familiar bajo conceptos tales como la factio, asociaciones, que no partidos, de carácter político, la amicitia o la clientela fundadas en la fidelidad y el intercambio de favores. Sin embargo, estas formaciones no lograron absorber toda la actividad política de la Roma republicana; representaron un papel importante en asuntos de “política doméstica” relativos a determinados procesos electorales de magistraturas inferiores. Por consiguiente, lo apropiado sería hablar de agrupaciones de opinión representadas por optimates populares, amplias formaciones integradas por individuos unidos en defensa de los intereses propios de una categoría, que responderían a una base social ligada a la división de la sociedad en clases.

El electorado romano comprendía al populus, es decir, al conjunto de ciudadanos libres (hombres, no mujeres) inscritos en el censo. Seer ciudadanos romanos comprendía estos derechos que con el tiempo fueron ampliándose:
  • Ser ciudadado romano comprendía los siguientes derechos, entre otros que se adquirieron a lo largo de los siglos:
    Ius suffragiorum: Derecho a voto en las asambleas, etc.
  • Ius honorum: El derecho a postularse y ser electo.
  • Ius commercii: El derecho a efectuar contratos legales y tener propiedades.
  • Ius connubii: El derecho a contraer matrimonio con otro ciudadano romano, a tener los derechos de pater familias y a que los hijos de tales matrimonios fueran considerados ciudadanos de Roma.
  • Ius migrationis: el derecho a preservar el nivel de ciudadanía cuando se viajaba o re ubicaba a otra ciudad de estatus comparable. Por ejemplo, los ciudadanos romanos mantenían su ciudadanía si se trasladaban a una colonia romana que poseyera todos los derechos legales de tales (colonia civium Romanorum) Los latinos también tenían este derecho y mantenían sus condiciones bajo el jus Latii si se trasladaban a otra ciudad o colonia latina (Latina colonia). Este derecho no se aplicaba si el individuo se trasladaba a una ciudad o colonia con un estatus menor que la que abandonaba (siempre que tal traslado fuera voluntario), por ejemplo, un ciudadano romano que fuera a vivir a una colonia latina pasaba a estar sujeto a la jus latii.

    Para poder ser candidatus o ‘candidato’ –el nombre deriva de la toga candida que el pretendiente a un cargo debía vestir durante toda la campaña–, el ciudadano romano debía reunir una serie de requisitos:
    1. Disponer de un alto nivel de rentas que permitiera sufragar los enormes gastos que generaba el ejercicio de una magistratura (a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, el desempeño de una magistratura debía realizarse de manera gratuita por ser considerado todo un honor).
    2. Demostrar nobilísimos orígenes familiares.
    3. Manifestar una gran popularidad. Con objeto de alcanzar la mayor popularidad posible, desde el principio el candidato tenía la obligación de cultivar su imagen social con una activa participación en la vida pública demostrando sus facultades como orador y financiando grandes espectáculos para el pueblo.


    Las magistraturas son:
  • Son electivas. Los cargos los eligen los ciudadanos entre varios candidatos.
  • Son temporales. Se nombraban por un período limitado.
  • Son colegiadas. Cada magistratura estaba dirigida por varias personas.
  • Siguen un escalafóncursus honorum. La carrera política se iniciaba en las magistraturas menos importantes. Si se demostraba capacidad, y se contaba con apoyos económicos y políticos, intentaban ser elegidos para magistraturas de mayor rango.
  • No son remuneradas. Por lo tanto únicamente podían acceder a ellas las personas con altos ingresos

Magistrados

Las características comunes a todas las magistraturas eran las siguientes:
- Anualidad: todos los magistrados (excepto el censor y el dictador) son elegidos por un año.
- Colegialidad: excepto el dictador, los demás tienen un compañero en el cargo.
- Derecho de veto (intercessio): cualquier magistrado se puede oponer y anular las decisiones de sus compañeros y las de los magistrados inferiores a él..
Los poderes de los magistrados eran de dos tipos, según el cargo que se ocupaba:
1-Potestas, con poder administrativo, que comprende los siguientes derechos:
- Tomar los auspicios en Roma.
- Promulgar edictos
- Imponer multas.
- Convocar al pueblo y al Senado y presidir éste.
2-Imperium, que comprende todos los derechos de la potestas más:
- Tomar los auspicios fuera de Roma.
- Alistar y mandar ejércitos.
- Derecho de vida o muerte sobre los ciudadanos.
Todos los magistrados tenían la potestas, pero sólo algunos el imperium


                                                                              Magistraturas ordinarias.-




Edil: Elegidos por los comicios tribunicios. Cargo anual, se nombraban 4.
Competencias:
-Máxima autoridad municipal encargados del mantenimiento del orden, del aprovisionamiento y de los espectáculos.



Cuestor: Empezaron siendo 2, pero llegaron hasta 40. Es un cargo anual. Se nombraban 4.
Competencias:
                                                -Recaudan impuestos.
                                                   -Administran la hacienda

Pretor: Los elegían los comicios centuriados. Al principio se elegía 1, pero llegaron hasta 16.
Competencias:
-Son los máximos responsables de la administración judicial.

Cónsul: Los elegían los comicios centuriados. Se nombraban 2 cónsules. Su duración era de un año.
Competencias:
-Jefes del ejército.
-Negocian los tratados de Paz.
-Presidían el Senado.

Censor: Los elegían los comicios. Centuriados entre los exconsules. Había dos censores, ejercían el cargo durante 5 años.
Competencias:
-Hacían el censo, distribuyendo a los ciudadanos en clases y centurias.
-Contrataban las obras públicas.
-Velaban por la pureza de las costumbres. 

Magistraturas extraordinarias.-


Tribuno de la plebe: Elegidos por los comicios tribunicios. La duración del cargo es anual, primero eran 2 y después 10.
Competencias:
-Vetaban cualquier ley contraria a la plebe
-Podían convocar las asambleas y proponer leyes.
-Tenían inviolabilidad cuando ejercían sus funciones.

Dictador:
 Elegido por el Senado.Su duración era que se nombraba por 6 meses.
Competencias:
-Tenía todos los poderes.




Y por último,  unas recomendaciones del gran Cicerón de cómo afrontar y dirigir una campaña electoral:" Finalmente, debes procurar que estas elecciones resulten un gran espectáculo popular, con la mayor brillantez, esplendor y despliegue de medios que esté a tu alcance y que, deser posible, se hable de todo lo infamante, ilegal, deshonesto o corrupto que pueda haber en la personalidad y en las costumbres de tus oponentes. Todo el esfuerzo durante la campaña debe dirigirse a mostrar que eres la esperanza del Estado, pero evitando al máximo hablar de política, sea en el Senado o en los mítines: basándose en tu carrera política, los senadores estarán convencidos de que eres el  adalid de sus privilegios y desu autoridad; tu vida pasada confirmará las esperanzas de los caballeros romanos y de la gente adinerada en un futuro tranquilo y próspero; y el pueblo, juzgando por el tono popular de tus intervenciones políticas y judiciales, deben creer que serás el mejor abogado de su causa."
                                                                                             Q, T. CICERÓN. Breviario decampaña electoral52-53



En breve todos podreis disfrutar de nuestras actividades de divulgación acerca de las elecciones en Roma y talleres de los graffiti encontrados en diversos yacimientos. !No os lo podéis perder!