jueves, 14 de marzo de 2013

FARSAS ATELANAS: EL TEATRO QUE DE VERDAD GUSTABA A LA LOS ROMANOS

En la foto magnífica representación de farsas atelanas en Tarraco Viva.

La farsa atelana, originariamente en idioma osco, se remonta al siglo IV a. C. y se suele atribuir su origen a los habitantes de la antigua ciudad de Atella, en Campania. Según el historiador Tito Livio, fue importada a Roma en 391 a. C..
Normalmente se configurab...a por medio de improvisaciones satíricas y populares que mezclaban todo tipo de bromas y chascarrillos, tanto en prosa como en verso, según el ingenio y atrevimiento de quien la representara. En su puesta en escena se utilizaban máscaras, que siempre eran las mismas, y que recibían los nombres de Dossennus, Maccus, Bucco, Manducus y Pappus.
En el siglo I a.C. algunos autores cultos como Lucio Pomponio y Novio le dieron empaque literario.
La participación en estas farsas no estaba exenta de riesgos, pues al constituir su tema principal la sátira, a veces se atacaba o se ridiculizaba a los poderosos, lo que podía acarrear muy serias consecuencias. Según cuenta Suetonio en sus crónicas, Calígula hizo quemar vivo a un actor, cuyo nombre no ha llegado hasta nosotros, por ridiculizarlo en una farsa atelana.
El género alcanzó su máxima popularidad en tiempo de Adriano y Trajano y se mantuvo durante toda la época imperial, como lo demuestran las numerosas máscaras y estatuillas encontradas en yacimientos arqueológicos a lo largo de todas las zonas de dominación romana

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