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jueves, 28 de junio de 2012

Roma no paga a traidores


Viriato (muerto en 139 a. C.) , llamado “el terror de los romanos” (Terror romanorum), fue el principal caudillo de la tribu lusitana  de la Península Ibérica que hizo frente a la expansión de Roma en el territorio comprendido entre el Duero y el Guadiana, incluyendo aproximadamente lo que hoy es parte de la provincia de Zamora, casi toda la provincia de Salamanca, el territorio occidental de la provincia de Ávila (incluyendo su capital), Extremadura, el occidente de la provincia de Toledo (hasta la zona de Talavera de la Reina, las llamadas Antiguas Tierras de Talavera) y, por último, y sobre todo Portugal (salvo la región entre el Miño y el Duero).
No  se sabe  los motivos exactos, pero el caso es que el pretor románo Galba tendió una trampa a los jefes lusitanos , haciendo una gran matanza entre ellos. De esta traición nacería un personaje que se haría famoso en toda la Peninsula Iberica y en la historia de la República romana:  Viriato.
(Viriathus). No se sabe su lugar de nacimiento, pero se cree que sería sobre el 180 a.c. siendo asesinado por los romános en el 139 a.c.
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DATOS SOBRE VIRIATO
Los pocos datos históricos sobre Viriato no permite determinar cuándo ni dónde nació. Para una parte de la leyenda popular, Viriato nació en la actual Portugal,  sin embargo, esa misma leyenda popular también le sitúa nacido en la actual España. Los partidarios de esta última teoría tampoco indican con claridad una localidad o paraje, siendo Torrefrades y Guijo de Santa Bárbara algunas de las localidades mencionadas por la tradición oral española. En Portugal, la opción más extendida parece ser la de los Montes Hermínios, actual Serra da Estrela.
La mayor parte de su vida y de sus campañas guerreras forman parte de la leyenda tejida en torno a su persona. La única referencia de su tribu nativa está en Diodoro Sículo, que la sitúa en la costa lusitana. Los romanos lo acabaron reconociendo como dux lusitanorum (líder de los lusitanos).
Tito Livio le describe como un pastor que se hizo cazador y soldado. Para Apiano, fue uno de los guerreros que escapó de la encerrona del pretor Galba a la flor de la juventud lusitana descrita más adelante. Según Apiano, Viriato fue el líder «que mayores dotes de mando había tenido entre los bárbaros y el más presto al peligro atrevido (…) y el más justo a la hora del reparto del botín.», lo que hizo que durante los ocho años de guerra su heterogéneo ejército no se le rebelara jamás y fuera «el más resuelto a la hora del peligro».
Pertenecía a la clase de los guerreros, la ocupación de la élites gobernantes lusitanas. Los autores romanos se refieren a él como  dux del ejército lusitano y como el adsertor (protector) de Hispania,co como un imperator(conductor), de las tribus lusitanas y celtíberas.
DE JEFE DE BANDIDOS A RESPETADO GENERAL
Además de un respetado líder, Viriato poseía una visión estratégica digna de un gran general. Es mencionado explícitamente por Frontino, en sus “Estratagemas”:
Viriathus, ex latrone dux Celtiberorum, cedere se Romanis equitibus simulans usque ad locum voraginosum et praealtum eos perduxit et, cum ipse per solidos ac notos sibi transitus evaderet, Romanos ignaros locorum immersosque limo cecidit.
Viriato, que de ser un bandido se convirtió en líder de los celtíberos, en una ocasión, mientras pretendía retirarse frente a la caballería enemiga, les condujo a un lugar plagado de huecos en el suelo. Allí, mientras él cabalgaba siguiendo un camino que conocía bien, los romanos, desconocedores del terreno, se hundieron en la ciénaga y murieron
Frontino, “Estratagemas” 5.7
También  Apiano reconoce su talento cuando habla de la batalla de Tribola:
Dispuso a sus tropas en línea de batalla como si pretendiera combatir, pero les dio órdenes de dispersarse tan pronto como montara a su caballo, alejándose de la ciudad de Tribola por distintas rutas, y le esperaran allí. (…) eligió a mil hombres de su confianza y combatió todo el día a los romanos, atacando y retrocediendo gracias a sus rápidos caballos. Tan pronto como conjeturó que su ejército se hallaba a suficiente distancia y a salvo, huyó, salvando así a sus hombres de una situación desesperada
ApianoGuerras Extranjeras “Guerras en Hispania” 62

SÓLO LA TRAICIÓN LE VENCIÓ

Detalle de La muerte de Viriato, 1908, José de Madrazo, Museo del Prado,Madrid
A pesar del acuerdo, los romanos querían desembarazarse de Viriato, y por eso, en el año 138 a. C., sobornaron a los ursonenses AudaxDitalcos y Minuros para que lo asesinaran.8 Al volver a su campamento, lo mataron mientras dormía. Luego fueron al campamento romano a cobrar la recompensa, pero el cónsul Servilio Cepión, sucesor y hermano de Serviliano, se la negó con las siguientes palabras: «Roma traditoribus non praemiat», esto es, “Roma no paga a traidores”. Aunque quizá la célebre frase no [sea] más que una invención posterior, recoge perfectamente el sentir de la versión tradicional, que conocemos por ApianoEutropioOrosioy Suidas, que sostienen que los romanos contestaron que ellos nunca habían aprobado que un jefe muriese a manos de sus propios soldados.
Es posible, no obstante, que esta versión fuera dada con bastante posterioridad a los hechos ocurridos para tratar de ocultar la vergüenza que les producía ser responsables de acciones semejantes.9
En su muerte , Viriato recibió del ejército un magnífico funeral, prueba del influjo de su personalidad entre sus congéneres, pues bajo su mandato no hubo motines ni distensiones que pudieran provocar crisis internas.10Dice la tradición que los restos de Viriato fueron trasladados a Cuenca donde fue incinerado sobre el Tormo Alto de la “ciudad encantada“.
Archivo:Ciudad E 1.jpg
El Tormo alto, Ciudad Encantada.Cuenca,España
Tras esto sus cenizas fueron mezcladas con las de su mujer y esparcidas en la montaña por Marcial. Otra leyenda cuenta que Viriato fue incinerado en Azuaga (Badajoz), estando sus cenizas bajo el castillo de la localidad (El mirador de Viriato). Otras fuentes de alta fiabilidad,ubican los restos de Viriato en Granja de Torrehermosa (Badajoz).
Táutalo, el sucesor de Viriato, fue obligado a firmar la paz. Finalmente el cónsul Marco Popilio Laenas entregó a los lusitanos las tierras que habían sido la causa de la larga guerra. Sin embargo, la pacificación total sólo se logró en tiempos de Octavio Augusto.Wikipedia,
Los veteranos romanos, latinos y auxiliares de estas guerras lusitanas, que se licenciaron al año siguiente de la muerte de Viriato, obtuvieron del cónsul  Décimo Junio Bruto tierras en la Edetania para fundar una nueva colonia sobre una isla fluvial cerca de la desembocadura del río Turius. La llamaron Valentia. Era el 138 a.C., para ellos el 616 Ab Urbe Condita. Así lo explicó Tito Livio:
IVNIVS BRVTVS COS. IN HISPANIA IIS QVI SVB VIRIATHO MILITAVERANT AGROS ET OPPIDVM DEDIT, QVOD VOCATVM EST VALENTIA

DOCTORA ANA MARIA VAZQUEZ HOYS

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